Kim Cattrall quiere bordar su último trabajo, una estrella del porno en decadencia, y por eso no duda en recurrir a todo tipo de trucos. Para disfrazar su acento británico en Meet Monica Velour, la actriz contrató los servicios de una masajista que tenía la misma voz que ella quería conseguir en la película.
“Mi personaje bebe, fuma, es del Sur, así que su voz tenía que ser mucho más ronca que la mía”, explica Cattrall, que admite que pagó 250 dólares semanales a la masajista únicamente para escucharle hablar.
Fuente: enelbrasero.com
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